Coppejans, Molcan, Brkic y Krstin jugarán las semifinales de Sevilla

El español Gutiérrez-Ferrol, último tenista de nuestro país en el cuadro de individuales, se despide de la Copa Sevilla al perder con el bosnio Brkic. La final de dobles será totalmente española.

Gutiérrez-Ferrol era el último español que quedaba en la Copa Sevilla, pero no ha podido ser. El alicantino se ha visto superado en tres sets por Brkic. El jugador bosnio era el primero de los jugadores en pasar a las semifinales. El español, pasional, sabía lo que se jugaba y lo que suponía una final en Sevilla. Pero el bosnio tenía las mismas ganas de victoria. Ambos han atizado el albero con la raqueta cuando una pelota se iba fuera o a la red. Al llevarse el español el séptimo juego del segundo set, la furia del bosnio le ha llevado a destrozar totalmente su raqueta a golpes contra la pista. Pero en el tercer set, tras un tiebreak largo del segundo muy igualado punto a punto, aquí se ve a un bosnio que ha calmado su furia y, ayudado por los fallos del español en torno a la línea de fondo, va haciéndose con el choque. Se lo acabaría llevando tras sudar cada punto por 6-3, 6-7 (7), 6-2.

El segundo jugador en pasar a las semifinales era un sorprendente Molcan. El eslovaco, que se medía en el partido al gigante francés De Schepper, ha hecho que nos olvidemos de las ventajas de ser un hombre de dos metros jugando al tenis. Molan demuestra una vez más la visión amplia que tiene del campo de juego. Y la agilidad mental para saber el recorrido ventajoso de la pelota. De Schepper comete un número de faltas en el saque a las que no nos tiene acostumbrados, con la visión privilegiada que le dan sus dos metros de altura. Sin embargo el eslovaco, que venía de la fase previa, se lleva el partido sin demasiada dificultad por 6-2, 6-2.

El tercer partido ha sido una odisea. El joven Coppejans y Argüello se enfrentaban en un duelo a muerte por la tercera plaza de la semifinal. Irían a tres sets en un partido en el que irían de menos a más hasta llegar a momentos de mucha tensión con intervención del supervisor de por medio y con una consistencia del belga interminable. Que el partido nos iba a deparar un buen tenis lo supimos desde los primeros juegos. Una dejada suave que cae de canto en la red, y que Coppejans transforma en la caída libre en una bola que juega con la arista lateral del terreno de juego. Solo una queja con aspecto de rabieta del argentino en el segundo set tras dos advertencias por parte del juez ha enturbiado este encuentro, en el que Coppejans se ha hecho fuerte ganando por 6-3, 6-7 (4), 6-1.

El cuarto partido empezó ya casi con el viernes asomando en el reloj. Tras dos largos choques, aún quedaba al borde de la medianoche que decidir el cuarto semifinalista. Se jugaban la plaza el serbio Krstin y el lituano Grigelis. El segundo, procedente de la fase previa, empezó el choque muy fuerte. Haciendo uso de un juego desconcertante y bien calculado, consiguió convertir un primer set igualado en una verdadera muestra de dominio, acabando 2-6. El segundo fue muy distinto. En ese set Krstin comenzó a tirar de la constancia y perseverancia que le han hecho llegar hasta aquí a pesar de que su nombre ni siquiera aparecía en las quinielas. Remontó punto a punto hasta conseguir una distancia notable con el lituano y llevarse el segundo set, forzando un tercero. Fue alrededor de la una y media de la madrugada cuando el serbio, en un último duelo a muerte, consiguió que un set que podía haber estado igualado a más no poder fuera suyo y, con él, la plaza de las semifinales.

En cuanto a los dobles, de los que se jugaba la semifinal, jugarán la final la pareja integrada por Gimeno Traver y Ojeda Lara contra Granollers y Martínez Portero. Ayer, como algo singular, las semifinales de dobles tuvieron más público de lo acostumbrado, algo motivado en parte por la presencia de españoles en esos partidos y que los partidos de la noche en individuales no tenían ya españoles en juegos.  En el caso de los dobles, por tanto, sí que la final será totalmente española.