Esos extremos marcan los gustos de Kukushkin y Carballés
Aunque sea un tópico del tenis, los cordajes son aún más decisivos que las propias raquetas, y en esa labor andan finos los encordadores de la 60ª Copa Sevilla, Antonio J. Martín, de la Federación Andaluza de Tenis, y José Luis Fernández, de PowerBall Pozoblanco.
De la estancia donde se colocan las cuerdas al sinfín de raquetas participantes, han salido piezas encordadas, de 60 en 60 cada día, en las tres primeras jornadas de cuadro principal.
En las máquinas operativas han ido recuperando tensión herramientas de trabajo de Babolat, Dunlop, Head, ProKennex, Solinco, Tecnifibre, Völkl, Wilson o Yonex.
La mayoría de cordajes que emplean los participantes del ATP Challenger sevillano son monofilamento y de grosor de cuerda de 1,30 mm.
Sin embargo, en el baile habido de tensiones, por las condiciones meteorológicas -inicialmente de mucha humedad, en el firme y en la atmósfera, y ahora por el aumento de las temperaturas- sorprenden los dos extremos.
El kazajo Mikhail Kukushkin ha llegado a encordar su Head con 14 kilos en la cuerdas verticales y 13 kilos en las horizontales, empleando mismas cuerdas para ambas (una sola pieza de cuerda de 10,7 metros de longitud) con dos nudos.
Mientras que el granadino Roberto Carballés ha puesto en su Wilson 30 kilos en verticales y 29 kilos en las horizontales, pero en dos piezas (de cuerda), con cierre a cuatro nudos.
Para gusto, los colores, que decía aquel.